No existe unión más perfecta que un vino y una buena compañía. El tiempo libre es limitado y aprovecharlo al máximo es una asignatura pendiente de muchos. Tomar un vino rico en Segovia es fácil, cualquier bar te puede ofrecer un rico Ribera del Duero a precios razonables, además siempre acompañado de una rica tapa. Yo soy de las que elige tintos en invierno y blancos en verano, será por aquello del frío; me pasa lo mismo con las ensaladas y las sopas.
El restaurante Ayala Berganza, es uno de mis preferidos, situado a pocos pasos de la preciosa Iglesia de San Millán, es un sitio amigable, sencillo, sin grandes pretensiones, un lugar perfecto para tomar un rico vino y un buen aperitivo. Además cuando empieza el buen tiempo, tienen una terraza perfecta, interior, en un patio cuidado, silencioso, ideal para tomar un café, leer un libro, o charlar con los amigos. El personal es inmejorable, Daniel y Fernando son muy cercanos, conocen a la perfección el negocio y a su público, poseen esa cualidad que deberían de tener todos los que trabajan en la hostelería, una sonrisa, un gesto amable que hacen que te sientas como en casa, en familia y con ganas de volver siempre.
Si estás cerca del Acueducto no debes de dejar la oportunidad de seguir andando por la calle peatonal Fernández Ladreda, visitar la preciosa Iglesia de San Millán y bajar la cuestecita que te encuentras antes de llegar a la iglesia, justo a ahí verás a la izquierda este rincón con encanto para hacer una parada y saborear un Ribera de Duero con una de sus tapas caseras. Si te animas a comer, ofrece gran variedad de platos, entre mis preferidos el pulpo a la brasa.
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